domingo, 7 de diciembre de 2014

DÍA DEL NIÑO PERDIDO

DÍA DEL NIÑO PERDIDO.

CALLEJÓN DEL NIÑO PERDIDO


El Día del Niño Perdido es una de las fiestas más especiales para el norte del estado, pues toda la comunidad se reúne para dar continuación a esta bella tradición, símbolo del apego a la figura del tierno Niño Jesús.


La celebración es una conmemoración al pasaje bíblico cuando el Niño Jesús se extravía en Jerusalén y sus padres lo encuentran tres días después en el Templo de Salomón, donde estaba platicando con los sabios. Es por esto que cada 7 de diciembre, a las 7 de la noche, en Tuxpan suena un silbato que se escucha en todo el pueblo y en honor a este acontecimiento, se encienden velas colocadas por chicos y grandes, que iluminan las calles. Las velas se encienden para recordar este pasaje e iluminar el camino de Jesús y ayudarle a regresar a casa.






En Tuxpan, se colocan las velas desde el “Callejón del Niño Perdido” en el centro de la ciudad, a partir de aquí se encienden las primeras velitas a los pies de la escultura dedicada a esta festividad.


Esta tradición tuxpeña, puede rastrearse hasta el siglo XVIII, como parte de las tareas de evangelización que llevó a cabo el fraile Junípero de Serra, basándose en el pasaje mencionado por San Lucas.

El día del Niño perdido es generalmente celebrado en el norte del estado de Veracruz, principalmente en los municipios de Tuxpan, Cerro Azul y Poza Rica.






Xalapa también celebra este día, algunas de las calles del Barrio del Dique se iluminan para preservar la tradición, la cual alumbra hacia el parque Juárez en el centro de la capital veracruzana.

No obstante, también hay quienes piensan que las velas encendidas sirven para encontrar a los niños extraviados, ayudarlos a regresar a casa, así como sucedió con el Niño Jesús.


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